jueves, 28 de mayo de 2020

El Dolor Del Agua



En el contexto de las denuncias que han salido a la luz de Octavio Rettig y Gerry Sandoval por mala práctica en ceremonias de bufo quiero compartir mi experiencia con esta medicina.

Para que se enteren: El bufo es una sustancia que libera por la axila un sapo del desierto de sonora, cuyo nombre científico es Bufo Alvarius que sale de un letargo en la tierra una vez que llueve. Esta sustancia se seca y se cristaliza. Una vez que es quemada su composición química se transforma en 5-meo-dmt, una sustancia ligeramente distinta al DMT y más potente. La diferencia está en que el 5-meo-dmt es un promotor. Eso quiere decir según entiendo, que provoca que uno mismo genere la sustancia. 
Nota Interesante: Medicina del Sapito (Bufo Alvarius), 5-MeO-Dmt ...

En fin. Había acompañado una ceremonia antes de hacerlo yo, y no entendía muy buen cuál era el efecto. Solo notaba que dormitaban y tenían  ensoñaciones muy profundas, y al terminar les veía muy relajados pero pensativos, como si procesaran mucha información.


Me dijeron que el efecto era como una flecha. Tenía que hacer una pregunta, hacer muy clara mi intención porque a donde apuntara mi mente iría mi espíritu. Más vale hacer la pregunta correcta. Tuve la oportunidad de decidir el momento adecuado para hacerlo, o eso creía, porque justo antes de hacerlo recibí una llamada sobre un conflicto entre el nuevo bajista de mi banda y el vocalista que teníamos, Ya no sabía si seguir con mi plan. Lo que menos quería era pensar en pleitos ajenos. Eso llenó mi cabeza de un montón de preguntas que no esperaba tener en ese momento.

Decidí hacerlo de todos modos e intentar alejar esos temas de mi cabeza y mentalizarme para disfrutarlo. Medité un poco y me puse en contacto con mi respiración. Hicimos una invocación a mis ancestros y demás espíritus que me protegen y les pedimos su guía para esta exploración que estaba por hacer. Pero me seguían llegando dudas sobre mi existencia, mi propósito, mi futuro, tener hijos, si debía de cambiar de trabajo, o qué chingados voy a hacer de mi vida, y ahora, este pleito que ni me involucra a mí. Mis dos perros se durmieron a un lado de la cama. Justo antes de fumar me llegó un pensamiento porque me acordé de un video de facebook, una toma cenital hecha con dron de las olas llegando a la playa: yo soy el mar. Empecé a respirar tan profundo como el mar mientras lo visualizaba. Inhalé el humo lo más profundo que pude. Tiene un sabor acre. 

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-Siento como si tuviera al universo dentro de mi boca- Pensé por un momento. Retuve y exhalé largamente. Sentí cómo me escaneaba por dentro. Volví a inhalar el humo. 

-Yo soy el mar- pensaba otra vez mientras retenía el humo. Empecé a sentir cada filamento de mi sistema nervioso. Mis piernas me pedían que las extendiera, y solitas empezaron a buscar su postura más relajada. 

Exhalé y sentí una invasión de colores sobre mi córnea. Me retuvieron y fumé menos intensamente una tercera vez y me dejé caer sobre la cama. Yo soy el mar. Mi respiración con ese pensamiento tenía ya carta abierta de respirar lo más profundo posible. Mi cuerpo demandaba un reacomodo mientras  estaba interactuando con esta sustancia que ya sentía sobre todo mi sistema nervioso. Me daba cuenta de esas tensiones tan leves y  permanentes que pasan desapercibidas por la costumbre de tener malas posturas. Qué hermosa sensación esta de sentir cada milímetro del cuerpo.

No tuve taquicardia, ni se aceleró mi respiración. Pero la flecha ya estaba tirada. Yo soy el mar, y como tal respiro como el mar, profundo, inconcebiblemente profundo. Ni en la clase más fuerte de yoga, ni corriendo de la policía sentí una respiración así de fuerte. No conocía la potencia de mis pulmones, de mi estómago, de mi pelvis. Respiraba con todo el cuerpo. Me retorcía. No habían pasado ni 5 minutos y pensé que sin lugar a dudas estaba viviendo la experiencia más fuerte de mi vida. Nunca había sentido con tal fuerza todo mi cuerpo. Ya no controlaba mi reacción. Inhalaba y escuchaba las olas del mar llegar. Cuando exhalaba, la fuerza del aire al salir me doblaba el cuerpo por la mitad. Me levantaba en la cama como la niña del exhorcista. Se me empezaban a remover cosas en el cuerpo y en la cabeza. Recordé que para cantar mantras, como con el tradicional Om, lo más recomendable es no hacer ningún esfuerzo por vocalizar o entonar, que la salida natural del aire del cuerpo genere la nota que tiene que generar el mantra. Eso hice. Dejé que el aire saliera sin esfuerzo. Me seguía doblando por la mitad y empezaba a emitir sonidos que no controlaba. Al principio eran notas largas, desde el estómago y la garganta abierta, que terminaban en un gemido liberador. En una de esas exhalaciones sonaron varias notas como las que hacen en el canto mongol, con distintos registros armónicos al mismo tiempo. Me asombraba. No sabía que podía hacer eso. Tiempo después alguien me dijo que el bufo te enseña cantos. Le creo. 

Creo que estaba en un momento de despersonalización. Quise retomar un poco de control sobre mi cuerpo y fue todo un logro sonarme un montón de flemas que me comenzaban a salir. No podía llevar la cuenta de las imágenes que se me atravesaban. Mi familia, el cielo, mi novia, mis amigos, la oscuridad, el sol, el río a un lado de mi casa, el lago, el ojo de agua donde nacen, las nubes que lo alimentan, el mar. El eterno presente. El todo y la nada simultáneos, efervescentes como las burbujas de las olas del mar o la caída de una cascada. En ese momento pensé que quizá no fue buena idea mentalizar al mar. Está muy maltratado. Tiene toda la historia del planeta. Con razón me está dando una revolcada.

Mi mente comenzó a irse a distintos lugares. Sentía presencias en el cuarto. Empecé a sentir la casa, el movimiento de las nubes, los árboles. Mientras le pasaban plumas a mi rostro me cantaban una canción ceremonial lakota que dice:
He yama yo wanna henne yo 
 He yama yo wanna henne yo 
Wahi hi yayhana he he he yo 
wahi he he he yo wahi
(Trad. Estamos aquí en el ahora y en todos lados, somos uno y todo)

¿Recuerdan que les decía que el 5-meo-dmt era un promotor de dmt? En este momento ya sentía a mi glándula pineal eyaculando dmt sin control. Los mantras incontrolables que me estaban saliendo sin querer se empezaron a convertir en un llanto tremendo. Me fluían imágenes y colores a mil por segundo. Todo muy psicodélico. Ya no quería pensar "Yo soy el mar" pero no podía parar. Sentía un dolor muy profundo, pero no nacía de mi cuerpo, no era mi pie, ni mi estómago, ni mi garganta que tantas veces se ha enfermado. Sentía que giraba todo a mi alrededor y yo estaba suspendido en otro espacio. He yama yo wanna henne yo. Sentía como nunca había sentido mi cuerpo, pero al mismo tiempo me sentía desnudo frente a todo, dándome cuenta de lo transitorio de mi cuerpo, lo fugaz de la vida, la certeza de la muerte, y la permanencia de mi espíritu. Mi mente y mi cuerpo estaban revolucionados y en sincronía. Sentía que estaba frente a frente con dios. 

Era como si un rayo me hubiera atravesado en forma de un dolor que no venía de mi cuerpo, sino de algo más grande de lo que yo formo parte. Como si yo fuera una neurona que acabara de hacer sinapsis con una red neuronal de un cerebro gigante. Catarsis total. Lloraba a moco tendido. Exhalaba llanto, inhalaba dolor, pero un dolor místico, no era físico. Me seguía retorciendo. Pensaba en la profundidad del mar, los derrames de petróleo, las islas de plástico, las aguas negras y sentía lo absurdo de todo esto, de la civilización, de la vida humana. Me sentía responsable y avergonzado de la contaminación del mundo y sentía un dolor como si yo fuera una madre que estuviera siendo apuñalada por su propio hijo sin entender el motivo, y lloraba en consecuencia a esa emoción, preguntándome ¿Porqué, pero porqué me hacen esto? Mi conclusión es que si el agua está viva, también experimenta dolor. Si estoy hecho de agua, puedo conectar con ese dolor. Y eso creo que en resumidas cuentas fue lo que experimenté: El dolor del agua. Un dolor místico, que me absorbió por completo.

Sentía todo el amor del agua, su nobleza, y su docilidad al mismo tiempo que sentía todo su dolor por la mierda que recibe. Estaba conmovido hasta lo más profundo de mi espíritu. Lloraba y gritaba como loco por todo lo que nace para morir en este mundo lleno de confusión, por la ceguera en la que vive toda mi especie. Y los perros, dormidos. Ni se inmutaron. Como si supieran de qué se trataba todo el asunto, que iba a ver a dios de frente y regresaba. Dicen que los perros de tu vida te ayudan a cruzar el río que separa el mundo de los vivos y los muertos.

-¡Perdónanos, no sabemos lo que hacemos!- Grité. Tenía que hablar, desahogar un poco todo ese sentimiento tan fuerte. Intentando hacer cálculos ahora, yo creo que llevaba 7 minutos desde la primer bocanada. Seguí pidiendo perdón porque era la única forma que se me ocurría que podía liberar todo el dolor que estaba sintiendo. Estaba yo como representante de la especie humana. Cada lamento que venía con cada exhalación me aturdía y me mostraba cosas. Es difícil explicar lo que muestra el Bufo porque no necesariamente se trata de imágenes. No es tan visual como la Salvia Divinorum. Sí hay una manifestación clara de imágenes sicodélicas, colores y alucinaciones visuales, pero lo que llega, o por lo menos a mí, eran sucesiones de mensajes no verbales y situaciones, que quizá sí venían acompañadas de alguna imagen visual, pero eran demasiado difusas y fugaces para describirlas. 

Siempre he pensado que la vida es un chiste. A la forma en la que Dave Chapelle lo pone. Todo es gracioso hasta que te pasa a ti. Es decir que todo tiene el potencial de ser gracioso, pero depende también de la distancia o el rol que uno tiene en ese chiste. Mientras más lejos esté uno,  es más probable que hasta las desgracias ajenas sean chistosas. Como la caída de alguien.

Yo me preguntaba cuál es el fin de todo esto, porqué estoy sintiendo el dolor del agua del planeta entero si el agua del río que está cerca de mí está limpio. ¿Dónde está el meollo de la historia del humanidad? ¿Dónde está el chiste? Y me llegó mi respuesta. Reconocí los niveles de todos los implicados en la experiencia que estaba teniendo. Los elementos, el planeta, la humanidad, la historia, dios, o lo que sea me estaba contestando. Hay un guión oculto. Una historia escrita que combina el libre albedrío con ciertos roles de los que no podemos escapar. La vida sí es teatro. Todo está interconectado, y por eso, una vez que me despersonalicé y me disolví en la vastedad del agua,  sentí la contaminación de fukushima y de las aguas negras como un puñal en el estómago. Pero el agua sí se sabe el guión. Incluso cumple su papel de dolerse. Porque ella no se irá. Por más daño que le hagamos. Mientras, el wey que me conducía la ceremonia repetía "Todo es justo y perfecto". La respuesta seguía. Sí, todo es justo y perfecto, aún lo más vil y cruel es parte de este guión.


La vida es una ironía, un absurdo donde los contrarios se generan el uno al otro. Un puto chiste. Pero entonces ¿para quién es el chiste? Y me llegó la respuesta: Para quien observa la historia. Y ese no puede ser nadie más que dios, o como chingados gustes llamarlo, lo que sea que esté fuera de este plano de existencia o lo haya engendrado.  Entonces yo pasé de llorar a gritos, a reírme a carcajadas por haber cachado la travesura de Dios. Somos un chiste que no podemos entender porque somos personajes de él. Actores haciendo un papel que ni siquiera sabemos que tenemos, en una obra en la que no sabemos que estamos. Entonces, decepcionado por saber de la existencia de un chiste que nunca voy a entender, volví a llorar trágicamente. Continué así unos minutos. Me dolía la mandíbula por la mueca de llanto tan intensa y sostenida que estaba haciendo. Hasta que bajó un poco el efecto pude que pararme de la cama y tocar el suelo para hablar de lo que me llegó en el viaje y cortarlo un poco.

-Sentí el dolor del agua.- Dije, pero teniendo una gran comprensión del presente y mi papel en ese punto del planeta.  Pensé por un momento que si todos tuvieramos esta sensación de comprensión podriamos vivir en paz sencillamente, no habría guerras. Habían pasado poco más de 10 minutos. Como anarco, buena parte de mi vida he sido ateo y he renegado de la religión. Sigo sin formar parte de ninguna religión, pero ahora respeto a todas las deidades. Creo en todos los dioses. Quizá el término sea Panteísta. No pienso involucrarme con ninguna religión, pero definitivamente no puedo seguir diciendo que soy ateo.

Tengo que decirle al lector que mi tesis de licenciatura fue sobre la historia del agua en la Ciudad de México y la idea de porqué estamos obligados a cagarnos en ella en excusados. Pero ese es otro tema. Solo le quiero hacer saber que efectivamente es un tema importante para mí. Después entendí que hay que tener cuidado con la invocación de los elementos cuando uno va a tener una experiencia con este tipo de sustancias, o para hacer cualquier trabajo espiritual. El agua, al igual que el resto de los elementos, guardan información como si fuera una computadora. Si uno no sabe navegar en esa información lo más posible es que se inunde o se disuelva. Sin embargo, siento que viví algo que me tocaba dentro de ese guión oculto que combina el libre albedrío y el destino. Fue como si el sapo me hubiera dicho "todas tus preocupaciones son los cortos previos a la película ¡te voy a enseñar un peliculón! Todo lo que has estudiado, pensado, escrito y hablado, ahora lo vas a vivir" Y así fue. Dolorosísimo. 

Pero en términos terapéuticos, puedo decir que liberé una tristeza y un dolor que no sabía que tenía. Después de todos los mocos y llanto que solté mi garganta se liberó. Se liberó ese chakra. Yo siempre me contuve al cantar, aún siendo músico. Después de eso me solté. Sigo sin ser un gran cantante, pero ahora me aviento y estoy tratando de educar mi voz. Mi mandíbula que me dolía durante el llanto,  estaba totalmente liberada al día siguiente, sin tensión. Me daba miedo entrar a mi cuarto porque sentía que Dios podía seguir ahí listo para ver a través de mí  con toda la autoridad como creador para cuestionar y juzgar mis actos y pensamientos. Tuve flashbacks cuando fumaba mota por lo menos 15 días después. Eran demasiado leves en comparación a la experiencia de bufo, pero muchísimo más sicodélicos que cualquier toque de mota. Me costó una semana sentirme mas o menos normal.

También comprendí cómo es que pueden ayudar para tratar temas de adicciones. En todas las sustancias que he consumido con un afán recreativo, en el arte, o cualquier cosa que te pueda elevar, reconocí que todas tienen algo parecido al bufo. Una adicción puede ser en cierto sentido una exploración para contestar o negar una verdad. Aunque sea en una porción pequeña, tienen un poquito de esas respuestas que estamos intentando encontrar para dar sentido a nuestras vidas. Una calma breve para controlar la ansiedad de vivir. Pero el Bufo te da el plato de respuestas lleno. Y el espíritu del sapo está acompañándote compasivamente durante todo el viaje mostrando todas esas verdades crudas de la vida y la muerte. La experiencia es tan intensa que es capaz de anular la conducta adictiva. No digo que haya sido mi caso, porque no tengo vicios ni dependencias a sustancias. Solo digo que entiendo que tenga ese uso.

En fin, regresando al tema de Octavio Rettig y Gerry Sandoval, acusados de mala praxis, solo quiero decir que hay que tener mucho cuidado con la persona que conduzca la ceremonia así como con el setting (las condiciones donde se realizará el viaje). Hay toda una escena en el mundo de las medicinas sagradas, sin embargo, en el caso del bufo no hay una ceremonia de bufo tradicional como tal. Si bien los indígenas seris tienen una relación con la medicina, los que están compartiendo la medicina por el mundo no son indígenas. Queda por investigar a profundidad la aparición de esta medicina en la escena. Cada quien al parecer tiene su modo de realizar la ingesta de la sustancia o conducirla. No quiero decir que eso esté mal. Sin embargo, tratándose de que lo más probable es que uno va a tener la experiencia más intensa de su vida con esta medicina, recomiendo fuertemente prepararse mentalmente antes de consumir la medicina -incluso días o semanas antes-, a través de prácticas de meditación, o la práctica que pacifique más su mente. Y además investigar a las personas -que también son llamadas facilitadoras- que van a conducir el viaje. Si estas personas tienen denuncias de mala praxis y casos documentados en videos donde casi ahogan a personas en plena catarsis o las electrocutan, les recomiendo hacerlo con otra persona. Quizá parezca que esté de más decirlo, pero hay gente que sigue pagando por ser torturada a manos de estas personas que ya perdieron un poco el suelo. Y aquí hay una lección muy importante. No importa la cantidad de medicina que uno se meta o comparta. Uno siempre puede ser un completo pendejo. Se puede ser abusivo y chamán. No depositen su fe ni su dinero ciegamente. Y tratándose de una sustancia y una experiencia tan especial como lo es fumar bufo alvarius, acérquense a ella sin miedo, pero con el mayor respeto posible.

Para mayorinformación respecto a las denuncias 

-Carta abierta con respecto a los abusos cometidos por Octavio Rettig y Gerry Sandoval

https://5-meo-dmt-malpractice.org/carta-abierta-con-respecto-a-los-abusos-cometidos-por-octavio-rettig-y-gerry-sandoval/

martes, 4 de junio de 2019

Los espontáneos ya no son como antes.

Los espontáneos ya no son como antes.
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Siempre he sido fan de los espontáneos que brincan a la cancha de fútbol encuerados, manifestándose por algo o no más por joder. Se me hace algo de un chingo de valor que con solo su presencia en el lugar adecuado le puedan echar a perder la fiesta a CIENTOS DE MILES DE PERSONAS. Le caga el juego a los 22 jugadores, a los 3 árbitros, a los dt's, a la banca, a los recoge balones, al público en el estadio, y a la gente que lo ve por la tele o internet, aumentando la cifra de víctimas astronómicamente.
Pero vaya, el fútbol está tan prostituido que hasta el espontáneo que interrumpe el juego se ha convertido en un lugar publicitario. En la final de la Champions League una modelo rusa de nombre Kinsey Wolansky se metió al partido publicitando una página para adultos. La sacaron pero la publicidad estaba hecha.
ApexMarketing Group estima que la movida generó cerca de 4 millones de dólares por una aparición de menos de 30 segundos.
En fin... mis favoritos para esta tarea siempre serán los perros, porque quién sabe cómo diablos llegaron hasta la cancha, y les vale madre todo, el dinero, el partido, la gente, todo, menos el juego. A final de cuentas tienen más presente el espíritu del fútbol que todos los implicados.


martes, 10 de marzo de 2015

¿Por qué no lo vamos a superar? Plantas de poder y política. Parte I

¿Por qué no lo vamos a superar?
Plantas de poder y política.  Parte I
Fermín Valenzuela
Entre las distintas actividades que hubo con la ola de manifestaciones a partir de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, un colectivo de maestros de la UNAM decidió hacer clases al aire libre. La dinámica básicamente consistía en que cada maestro tomaba el micrófono durante unos cuantos minutos y exponía desde el área que mejor manejara, siguiendo cierto eje temático relacionado con los 43 y la situación del país. En fin, en un momento, antes de hacer un descanso se hizo la pregunta a los asistentes de por qué no vamos a superar esto que está pasando, como burdamente planteara el presidente.


La respuesta es obvia si, a diferencia del presidente, se tiene un poco de empatía. No se puede pedir que se superen hechos tan graves como si se tratara de una banalidad o un accidente sin víctimas, como picarle el ojo a alguien.
Sin embargo, en este texto quiero plantear otra respuesta. No podremos superar ni esta crisis ni esta política de Estado basada en la violencia, mientras validemos la guerra contra las drogas por medio de la prohibición de cualquier ser vivo.
A mí parecer, lo que subyace a la violencia que se vive a lo largo y ancho del territorio nacional, tiene que ver directa y concretamente con el control de las plantas (y hongos) de poder. También podríamos decir que está el TLC, la mímesis del gobierno con el hampa, el narco estado dirigido por el gobierno de EU, y bueno, el capitalismo mismo, pero concentrémonos en las protagonistas silenciosas y fotosintéticas de la violencia.
Vayamos por pasos aquí. Antes de hablar de sustancias tenemos que hablar de seres vivos. Se puede tratar de plantas, hongos, ¡o incluso ranas! Estos seres vivos de distintos reinos son los que producen las sustancias que después son sintetizadas o procesadas. Para hacerlo se utilizan distintos tipos de químicos, desde ácidos hasta gasolina, haciéndolos pasar por distintas temperaturas.  Por eso no es lo mismo hablar de la planta de coca que de la cocaína, obtenida de un proceso químico, o de la amapola y la heroína. Consideremos que tenemos por un lado a seres vivos y por otro, sustancias derivadas y sintetizadas a partir de ellos.  
Ninguna prohibición sobre cualquier sustancia y/o planta ha logrado la desaparición de la misma y mucho menos la desaparición de su consumo. A menos de que a lo que se quiera llegar con la prohibición de ciertas sustancias sea la extinción de ciertas plantas u hongos (¡o ranas!), en el discurso no hay un fin claro de la misma ¿Cuándo se va a concluir como exitosa una prohibición entonces? El proceso económico que se prohíbe simplemente no desaparece. Lo que se logra en primer lugar es inflar su precio e ilegalizar su mercado, y al volverse ilegal pero lucrativo, entran las armas para asegurar que el capital fluya. En los hechos es bastante claro que hay un fin político y económico. La producción de “drogas”,  juega un papel muy importante dentro de la división internacional del trabajo y es de las excusas preferidas desde Nixon, para justificar apoyo policíaco-militar, o dictar línea a países subyugados por parte de EU. También hay casos como Afganistán, que se volvió el primer productor de amapola después de la invasión estadounidense a principios de siglo, que deberían de hacernos reflexionar sobre el papel que juega EU en este mercado. Otro dato curioso: Iguala es una capital mundial del cultivo de Amapola.    
Creo que hay ciertos lugares comunes dentro de la discusión por la legalización de las drogas, que para los familiarizados en el tema tal vez ya les canse escucharlos, pero para el resto señalaré dos puntos que vale la pena que mencionar. 
Primer lugar común de la discusión: La palabra droga es engañosa. Proviene del árabe andalusí  hatruka, que quiere decir charlatanería. Hay un sentido peyorativo implícito en el uso de la palabra droga. En el ámbito legal mexicano se usa erróneamente la palabra narcótico para referirse a las sustancias que tengan un efecto que altere la percepción de los sentidos, sin considerar que un narcótico es una sustancia que adormece el sistema nervioso central. Pensemos en los alcaloides, por ejemplo.  Sustancias cuyo nombre acaban en ína, como la cocaína, entrarían como narcóticos, y su efecto más bien estimula el sistema nervioso central. Legalmente no hay siquiera un vocabulario correcto para designar sustancias. La palabra droga mete en el mismo saco a hojas, raíces, semillas, alcaloides,  alucinógenos, narcóticos, entéogenos, químicos, sin mayor discusión. Más peligroso que confundir peras y manzanas. Si pensamos que una droga es una sustancia que produce dependencia física y/o sicológica, varias sustancias quedarían descartadas de antemano y aun así se les relaciona con la palabra ¿cuántos grupos de autoayuda existen para adictos al peyote? Simplemente la palabra confunde. Sin embargo, para no zambullirnos en los pormenores dela clasificación, tengamos en  mente a lo largo dela lectura tan sólo tres plantas de poder (llamémoslas así) que a mí parecer, son predominantes en la cuestión que estamos tratando, ya que también de ellas se derivan una vasta cantidad de sustancias: la mariguana, la coca, y la amapola.  
Segundo lugar común de la discusión: Si el alcohol –que también se produce a partir de la fermentación de ingredientes vegetales- es causante directo de muertes y accidentes pero es legal, y en cambio, es imposible que la marihuana pueda producir una sobredosis que lleve a la muerte, entonces, no hay un criterio consistente para prohibir o legalizar una sustancia, sea de origen o no vegetal. ¿Por qué una sustancia es legal y otra no? El caso ejemplar es la prohibición del alcohol en los años 20, que llevó a que personajes como Al Capone a enriquecerse con su distribución ilegal, entre otras cosas. No por nada Obama llamó a Felipe Calderón “un Elliot Ness” en su cruzada contra las drogas. Obama lo hizo tal vez sin ser consciente de lo acertado que era la comparación entre dos representantes del gobierno en una cruzada cuyo resultado principal es la violencia y el lucro ilegal.

Mi tesis es que la influencia de las plantas de poder no empieza ni acaba en el mundo de la psique, su influencia es igual de fuerte en el mundo de lo social. Su poder para nada se limita a la “alteración de los sentidos”. Tienen una fuerza real en el mundo y ha sido usurpada por el dinero. Su estatus jurídico concretiza la relación que como sociedad mantenemos con ellas. La salud de esta relación se refleja en la salud de nuestras propias relaciones. Los miles de muertos y desaparecidos desde que se declaró la guerra contra las drogas nos dice algo del estado de esta relación.
¿Por qué no lo vamos a superar? Porque hay muchas cosas más que no hemos superado, si pensamos  que las drogas son las que están matando a las personas y no las balas. Si queremos que acabe la guerra contra el pueblo pero no atendemos la contradicción que encierra el hecho de prohibir plantas, estamos mirando la punta del iceberg. La prohibición es un mecanismo de control social cuyo elemento  más peligroso y efectivo es el consenso en la sociedad civil. Que la gente señale y criminalice a los usuarios en la calle, todos los dramas familiares por un toque escondido, y demás situaciones por el estilo, forman el espiral de la dinámica social que está del otro lado de una actividad económica que se mueve con balas como parte de una estrategia geopolítica, cuando se podría tratar tan sólo de plantas medicinales y sus derivados químicos que, esos sí, generan dependencia. Podría ser un asunto de salud pública y no de seguridad (otro terreno común en la discusión, no por eso menos válido). Apoyar la prohibición es aceptar la esquizofrenia discursiva del Estado, señalar como culpables a plantas por sus propiedades de nuestra mala salud como sociedad.   
Si queremos exigir y hacer valer el derecho a la vida que tienen los humanos en general, y en particular de nuestros hermanos desaparecidos en manos del Estado o el narco (para el caso es lo mismo), tenemos que reconocer el derecho a la vida de los seres que les dan poder y les generan dinero a estos. La prohibición es muerte y guerra. Legalicemos.  

Al respecto de la negación al derecho a la vida de otros seres como parte de la crisis que vivimos quisiera ahondar sobre el tema de las “drogas”, la producción de carne,  la comida, y la otredad. Pero eso será en una nueva entrega.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La Distancia Desaparece ¿Recuerdas?

(Cadaver Exquisito escrito a medianoche de algún día de agosto por: Emilio Millán, Fermín Valenzuela, Bruno Lombardi, Enzo Lombardi e Ireri Mejía.)
 
Vapor. Agua se disuelve en el aire. Calor como el aliento húmedo del amor. Rápido sube. Sube y trepa por las corrientes de un rio de viento que desemboca en un mar de nubes. La bañera llena, yo medio dormido, la chora apagándose.
El cielo empezó a cerrarse, el sol a esconderse y mis ojos se cerraron. La distancia entre mis párpados y mis ojos se agrandó, me comió. Adentro de mis párpados todo es posible y nada es visible, ¿cómo podría explicar con palabras la nebulosa del mundo cuando desaparece?
Creo que tienes que encontrar las palabras precisas... pero creo que sí se puede, si algo existe significa que puede ser reproducible. Sea como sea, la duda que me acecha no es acerca del mundo que desaparece, sino del mundo que nace.
Y entonces, lenta y naturalmente, como si crecieran hacia dentro, nos fuimos desdibujando y la verdad y la mentira dejaron de tener sentido. La tranquilidad de no tener futuro nos dio el sentido. Ahí encontramos la realidad, lo cierto... todo es fin.
¿y qué sigue aquí? ¿el último discurso que dé registro a nuestra partida? "te espero siempre mi amor..." Aquí no hay nada, quizá el inicio de algo que nunca comenzó. Como nuestra historia, ¿recuerdas?


Un cuarto para todos lados.

He estado encerrado mucho tiempo y fijarle o intentar atinarle una fecha de inicio es demasiado complicado. Las novedades son siempre las mismas. No hay porqué sorprenderse de lo vivo, de lo nuevo vivo, de lo exiguo y de lo vasto, de lo viejo, del muerto de antaño. El muerto reciente. Tal vez la única novedad hasta el momento en que estas palabras están cruzando -rebotando- mi mente, es que no puedo definir mi encierro.
Nunca pude porque nunca quize.